Sea por intereses corporativos, modas importadas o simple ignorancia, hay muchos alimentos que pasan de ser saludables a no serlo, por arte de birlibirloque.
Durante décadas le tocó al huevo, al chocolate, al café e incluso al aceite de oliva o al pescado azul. Que si aumentan el colesterol malo, que si son adictivos, que si engordan…
Ahora es el turno del queso.
No es algo nuevo, pero parece que por más estudios científicos que se publiquen demostrando que el queso ni engorda tanto ni aumenta el colesterol, la idea de que hay que evitarlo, sigue presente.
Así pues, para todos aquellos que no tengan alergia a los lácteos ni sean veganos, aquí va una pequeña selección de los estudios más significativos que demuestran que el consumo de quesos es saludable:
Según The American Journal of Clinical Nutrition, científicos de la Universidad de Copenhague demostraron que el queso puede proteger el cuerpo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Para esto, hicieron una prueba con 139 adultos durante doce semanas. Un tercio del grupo tuvo que comer 80 gramos de queso todos los días. Otro tercio 80 gramos de queso “light” y el último tercio, nada de queso.
Resultó que los niveles de colesterol y presión arterial medidos en los dos grupos fueron idénticos y que el grupo que comió el queso convencional experimentó un aumento del colesterol «bueno».
Según la revista European Journal of Nutrition, nuevas investigaciones demuestran que una porción diaria podría reducir el riesgo de ataque cardíaco y de ictus. Esta publicación muestra el trabajo de investigadores chinos, que revisaron 15 estudios en un meta-análisis para determinar los efectos del queso en la salud cardíaca. Resultó que los voluntarios que ingirieron una porción de 40 gramos diarios tuvieron un riesgo un 14% menor de padecer enfermedad cardíaca en comparación con otros participantes.
Probablemente el motivo sea el alto nivel de calcio que contiene el queso, que eleva el HDL (colesterol bueno), al tiempo que reduce el LDL (colesterol malo).
El queso es un alimento natural
Por otro lado, no hay que olvidar que el colesterol aumenta por el alto consumo de grasas saturadas, NO por las contenidas en los alimentos naturales. Así pues, el único queso que hay que evitar, es el queso industrial entre cuyos ingredientes podemos encontrar elementos químicos para mejorar su textura, color o sabor.
Pero por favor, ¡que no se nos ocurra renunciar al buen queso artesano!